El sueño de los más aberrantes patronos neoliberales llama a nuestras puertas: "El contrato sin horas". Un despropósito descomunal para el trabajador que se ve sometido a la incertidumbre absoluta tanto en la disponibilidad de su tiempo como en las percepciones salariales.
Una herramienta fabulosa para el empresario inmoral que sirve para premiar a los empleados sumisos frente a aquellos que pueden sentir la tentación de reclamar por su dignidad, al tiempo que alberga todo un sistema de abusos y precariedad ante la falta de un marco relacional plenamente definido.
¡BEBE MIERDA-COLA Y DISFRUTA EL CAPITALISMO!
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