El "talante" era cosa de otros tiempos, de otros partidos, de otras sensibilidades ¡Menudas nenazas Zapatero y sus rojillos! Hernando, siguiendo aquel sabio consejo de Aznar de actuar sin complejos, llama a las cosas por su nombre y si alguien necesita de argumentos más contundentes, no siente reparo alguno en emplazarlo por cualquier medio para partirle la cara si fuese necesario.
Es la particular forma de entender el diálogo de uno de los portavoces del PP.
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