Es de tontos pensar que a fuerza de repetir una falsedad esta acabara convirtiéndose en realidad y, por desgracia, Mariano, el PP y su gobierno están dando nuestras más que reiteradas de este planteamiento, pero además introduciendo otro agravante más el de pensar que los ciudadanos olvidan o perdonan las flagrantes mentiras que han pretendido colarnos.
No iban a subir los impuestos, no iban a abaratar el despido, no iban a recortar derechos ni libertades, no iban a recortar ni en sanidad, ni en educación, ni en servicios sociales, iban a crear empleo, iban a conseguir que los escucharan en Europa...
Los ciudadanos, grandes damnificados de los desmanes de los gobiernos del PPSOE, tienen que soportar además la arrogancia y la violencia de unos cuerpos de seguridad del estado que no dudan en golpear a jóvenes estudiantes de instituto que reivindican unos centros educativos dignos.
El PP tiende, con demasiada frecuencia, a confundir la mayoría absoluta con un cheque en blanco para hacer todo aquello que no tuvo la decencia de explicar durante la campaña electoral, cuando además esto supone graves quebrantos en la vida de los ciudadanos. Un incremento brutal del paro inducido por el drástico abaratamiento del despido, una merma radical del poder adquisitivo de los trabajadores merced a la políticas de extremo ajuste, precarización del empleo gracias a la intención de que los parados asuman ciertas tareas. Todo ello sin mostrar un horizonte claro y tranquilizador más allá del apoyo incondicional a los empresarios, depositarios por la nueva reforma laboral de todo el poder en las relaciones con los trabajadores.
Las enormes manifestaciones de hoy deben ser el punto de partida de una ofensiva de la ciudadanía para recuperar todo lo que en apenas tres meses nos ha robado el PP.
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