El País. La reforma laboral empieza bien para el Gobierno: más apoyos de los que necesita.
Se aprueba con los votos de la derecha más recalcitrante la reforma, redactada por la patronal, que despoja, prácticamente, a los trabajadores de todos los derechos tienen como tales.
Una reforma, presentada como la herramienta definitiva para la creación de empleo, que solo va a traer despidos más baratos, salarios más bajos y mayor incertidumbre para los asalariados.
Con un panorama a corto plazo desolador, descrito por el propio gobierno, de recesión, recorte radical del gasto y la inversión y una previsión de incremento del desempleo en 650.000 personas, los grupos que han participado en la aprobación de semejante disparate serán los únicos responsables de la evolución de los subsiguientes acontecimientos.
Estemos preparados porque el siguiente paso, muy probablemente, sea la reforma de la ley de huelga.
0 comentarios:
Publicar un comentario