ALENTANDO LA CATÁSTROFE.

El País. El Gobierno prevé una contracción de la economía española del 1,7% en 2012.

Mantener el nivel de déficit en el 5,8%, asegurar un decrecimiento del 1'7% y garantizar que llegaremos a los seis millones de desempleados a final de año es el triste compromiso de nuestro gobierno, prueba fehaciente de su incompetencia y falta de capacidad para conducir el país a una situación socioeconómica aceptable. Todo ello aderezado con la arrogancia, chulería y prepotencia que hacen gala ante las protestas de una ciudadanía que tiene que soportar las consecuencias de su ineptitud y servilismo a los señores del neoliberalismo que campan a sus anchas por la UE.

Lo peor de todo es que las medidas adoptadas hasta el momento lo único que garantizan es precariedad a los trabajadores, despidos baratos a corto plazo y precariedad laboral cuando se empiece a crecer, que tal y como ha afirmado el presidente so será a lo largo de este año y, mucho me temo, tampoco en la primera mitad del 2.013.

Recesión y destrucción del empleo implican una reducción de los ingresos del estado, por lo que la reducción del déficit se complica y cuestiones tan prioritarias como las pensiones quedan comprometidas.

Ante las vagas y escasas esperanzas que ofrece el gobierno el mensaje que recogen los ciudadanos es que la situación es dramática y que lo que vienen en los próximos meses es aun peor, más sacrificios, más impuestos, más recortes, más paro, más precariedad, menos derechos..., todo ello sin mostrar ni un solo gesto de solidaridad con los que están sufriendo esta situación y con la clara predisposición a primar los factores económicos sobre los factores humanos.

Todo ello sin haber ofrecido ni una sola referencia sobre el puerto al que nos quieren llevar, no se ha pergeñado un escenario de la situación en la que nos encontraremos cuando pase esta brutal crisis.