Josemari no habría podido soportar que su sucesor fuese alguien más brillante que el, y mira que eso era fácil, así que optó por un individuo de perfil bajo, muy bajo, lento, dócil y fiel seguidor de la doctrina nacionalcatólica y neoliberal. El "truño" estaba servido, Rajoy, el tipo perfecto, maleable, servil, indolente y capaz de mentir, mentir y mentir sin que su conciencia se altere un ápice.
Los resultados..., a la vista están, más desempleo, salarios más bajos, pobreza, miseria, pérdida de derechos, expolio de lo público, educación confesional y elitista, criminalización de la ciudadanía, corrupción... ¡Una auténtica cagada, si señor!
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