Ser un tipo de verbo rápido pero irreflexivo suele tener fatales consecuencias y ciertas frases perseguirán a estos lenguaraces sujetos hasta el final de sus días.
El contumaz Mariano, henchido de patriotismo barato fue el autor de aquel "España no es Uganda" para arengar a un Guindos acorralado ante el rescate bancario. Desafortunada comparación salvando las distancias, pues ya en aquellos momentos Uganda gozaba de algunos indicadores que serían un auténtico bálsamo para nuestros destrozados nervios, por ejemplo un 4,2% de de paro frente al 24% español por aquel entonces (26% a día de hoy) o una tasa de crecimiento del 5,2% contra un 0,1% de España en aquel momento (-1,5% previsto para 2.013).
Hoy se ha publicado otro dato que nos sitúa por detrás de Uganda y que no está vinculado a la coyuntura económica, el índice de transparencia presupuestaria, una cuestión de mera voluntad política.
Cada vez más lejos de Uganda...
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