Es posible que Inditex no estuviese presente en el edificio que se derrumbó el miércoles causando la muerte a cientos de trabajadores, pero lo que si que es cierto es que su modelo de negocio genera la miseria, la explotación extrema y, en algunos casos, la tragedia, a los "semiesclavos" que tienen la "suerte" de trabajar para estas multinacionales indecentes.
Pero también pagamos las consecuencias aquí en forma de destrucción del tejido industrial y la amortización de miles de puestos de trabajo. Todo en aras de enriquecer a unos pocos empresarios sin escrúpulos y para satisfacer las ansias de consumo que los "mass media" inyectan a los "consumidores".
Consumir hasta morir..., o matar.
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