Una vez más la justicia manipula torticeramente sus resortes para proteger a sus "dobermanes", condenando por indicación política a un ciudadano que había ejercido su derecho a utilizar su lengua materna cooficial para dirigirse a los agentes de la autoridad.
Indignante y vergonzoso.
¡BASTA YA DE REPRESIÓN!
0 comentarios:
Publicar un comentario