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| Público. Arturo Fernández: "Son feos exteriormente e interiormente". |
Otro claro ejemplo de la arrogancia y la prepotencia de los herederos del franquismo, el espíritu del señorito cacique que no fuimos capaces de erradicar en el fiasco de nuestra transición.
Con el desprecio hacia la clase trabajadora por bandera, todos aquellos que no les ríen las gracias y se someten amablemente a sus dictados son criminalizados y denostados, convertidos en "feos" y "sudaos" por defender los derechos que los de su ralea les arrebatan.
¿Lo diría mirándose en un espejo el trasnochado señoritín de la vacuidad y el topicazo machista?
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